viernes, diciembre 23, 2011

 

Inscripción automática, voto voluntario 

Esta es la oportunidad para ganar a Chile para Cristo




A partir de hoy ya no es obligatorio votar. Qué felicidad para los testigos de Jehová que entraban a la cámara secreta a romper el voto. Qué felicidad para los que viven en el campo, no tendrán que venir a la ciudad, no tendrán que soportar el calor, no tendrán que esperar dos horas en la fila. Qué felicidad para los santiaguinos, no tendrán que quedarse por tener que ir a votar. Qué felicidad para los que están lejos, no tendrán que ir al cuartel a excusarse. Qué felicidad para los ancianos, los enfermos, los minusválidos, ya no tendrán que molestar al vecino. Qué felicidad para los trabajólicos, no perderán el día. Qué felicidad para los dueños de casa, tienen tantas cosas que reparar. Qué felicidad para las mamás,  no perderán el único día que tienen para descansar un poco. Qué felicidad para los deportistas, no se interrumpirá el campeonato. Qué felicidad para los que no creen en la política,  para los que aborrecen a los políticos. Chilenas y chilenos, felicidades, ya no es obligatorio que vayas a votar. Si  extraviaste el carné, si olvidaste la mesa, si no aprendiste nunca el nombre del candidato, si no sabes cual candidato conviene, ya no tiene importancia. Ya nunca más sufrirás el calor, ya nunca más soportarás una fila que no avanza. Ya nunca más te ensuciarán el dedo. Para ti las elecciones pasaron a la historia,  nunca más debes preocuparte de ellas. Quédate tranquilo,  todos los senadores, en forma unánime, acordaron eliminar la obligación de votar.
Evangélica y evangélico chileno, la oportunidad que estábamos esperando ha llegado. Dios ha puesto a Chile en nuestras manos. Podemos hacer de Chile un país cristiano, ahora. Un país cristiano ahora, es posible. Las marchas, aunque sean multitudinarias, no sirven para nada, los cacerolazos, aunque se escuchen en el mundo entero, no sirven para nada. Tomarse los colegios, una burrada, colgarse de un letrero, una lesera. Las huelgas de hambre, no sirven para nada. Reclamar ante los organismos internacionales, no sirve para nada. Interrumpir un acto de gobierno, una imbecilidad. Tomarse el Congreso de Santiago, una idiotez. Ganar el concurso popularidad de El Guardián, una bobería.  Quemarse a lo bonzo frente al palacio de  La Moneda, una soberana estupidez.
Hermana y hermano en el Señor Jesús, en un país como el nuestro, solamente hay dos cosas que sirven, solo hay dos acciones que tienen verdadero valor; solo hay dos maneras para bendecir al país, la primera es la oración a Dios, tenemos que orar por Chile,  orar cada día, sin desmayar nunca. La segunda acción es votar, tenemos que ir a votar, nunca dejar de ir a votar. Los tres millones de evangélicos que somos, debemos llegar a primera hora al recinto, decirle al militar que está en la puerta, que el  Señor te bendiga hermano, y enseguida ir a marcar la preferencia, ser los primeros en entrar a la cámara secreta y allí adentro, en el Nombre del Señor Jesucristo, hacer la bendita raya, que hará ganar al candidato que apoye los valores cristianos.
Esta es la gran oportunidad para ganar a Chile Para Cristo. Debemos prepararnos desde ya y  evaluar a las candidatas y candidatos, uno por uno, el que se identifique como Progresista, no sirve al propósito de Dios. El que prometa defender y apoyar los valores cristianos, ese sirve al propósito de Dios.