Inscripción automática, voto voluntario
Esta es la oportunidad para ganar a Chile para Cristo
A partir de hoy ya no es obligatorio votar. Qué
felicidad para los testigos de Jehová que entraban a la cámara secreta a romper
el voto. Qué felicidad para los que viven en el campo, no tendrán que venir a la
ciudad, no tendrán que soportar el calor, no tendrán que esperar dos horas en la
fila. Qué felicidad para los santiaguinos, no tendrán que quedarse por tener que
ir a votar. Qué felicidad para los que están lejos, no tendrán que ir al cuartel
a excusarse. Qué felicidad para los ancianos, los enfermos, los minusválidos, ya
no tendrán que molestar al vecino. Qué felicidad para los trabajólicos, no
perderán el día. Qué felicidad para los dueños de casa, tienen tantas cosas que
reparar. Qué felicidad para las mamás, no perderán el único día que tienen
para descansar un poco. Qué felicidad para los deportistas, no se interrumpirá
el campeonato. Qué felicidad para los que no creen en la política, para
los que aborrecen a los políticos. Chilenas y chilenos, felicidades, ya no es
obligatorio que vayas a votar. Si extraviaste el carné, si olvidaste la
mesa, si no aprendiste nunca el nombre del candidato, si no sabes cual candidato
conviene, ya no tiene importancia. Ya nunca más sufrirás el calor, ya nunca más
soportarás una fila que no avanza. Ya nunca más te ensuciarán el dedo. Para
ti las elecciones pasaron a la historia, nunca más debes preocuparte de
ellas. Quédate tranquilo, todos los senadores, en forma unánime, acordaron
eliminar la obligación de votar.
Evangélica y evangélico chileno, la oportunidad
que estábamos esperando ha llegado. Dios ha puesto a Chile en nuestras manos.
Podemos hacer de Chile un país cristiano, ahora. Un país cristiano ahora, es
posible. Las marchas, aunque sean multitudinarias, no sirven para nada, los
cacerolazos, aunque se escuchen en el mundo entero, no sirven para nada. Tomarse
los colegios, una burrada, colgarse de un letrero, una lesera. Las huelgas de
hambre, no sirven para nada. Reclamar ante los organismos internacionales, no
sirve para nada. Interrumpir un acto de gobierno, una imbecilidad. Tomarse el
Congreso de Santiago, una idiotez. Ganar el concurso popularidad de El Guardián,
una bobería. Quemarse a lo bonzo frente al palacio de La Moneda, una
soberana estupidez.
Hermana y hermano en el Señor Jesús, en un país
como el nuestro, solamente hay dos cosas que sirven, solo hay dos acciones que
tienen verdadero valor; solo hay dos maneras para bendecir al país, la primera
es la oración a Dios, tenemos que orar por Chile, orar cada día, sin
desmayar nunca. La segunda acción es votar, tenemos que ir a votar, nunca dejar
de ir a votar. Los tres millones de evangélicos que somos, debemos llegar a
primera hora al recinto, decirle al militar que está en la puerta, que el
Señor te bendiga hermano, y enseguida ir a marcar la preferencia, ser los
primeros en entrar a la cámara secreta y allí adentro, en el Nombre del Señor
Jesucristo, hacer la bendita raya, que hará ganar al candidato que apoye los
valores cristianos.
Esta es la gran oportunidad para ganar a Chile
Para Cristo. Debemos prepararnos desde ya y evaluar a las candidatas y
candidatos, uno por uno, el que se identifique como Progresista, no sirve al
propósito de Dios. El que prometa defender y apoyar los valores cristianos, ese
sirve al propósito de Dios.